Desde que comenzó la pandemia del Covid-19, el comercio internacional y las cadenas de suministro se han visto muy perjudicadas. Mientras que el transporte marítimo sufre la falta de espacio para cubrir la demanda, y se recupera de otros incidentes como el del Canal de Suez o los atascos en el puerto de Yantian, el transporte aéreo se ve perjudicado por la paralización de muchos aviones, debido a la caída del número de pasajeros. Todo ello produce, además, un gran aumento en el coste de los fletes.
En tiempos complicados como éstos, Expeditors lleva a cabo eventos como su última Webinar, dedicada al análisis de la situación actual del mercado aéreo, dirigida por sus responsables del departamento en España, Sonia Herrero y Juan Guilisasti.
“Dos de cada tres aviones han quedado aparcados desde que se desató la pandemia, y muchos no volverán a volar nunca más”, lamenta Juan Guilisasti. “Desde el 1 de marzo de 2020, han dejado de estar operativos más de 1,5 millones de vuelos, esto implica una media de 2.437 vuelos diarios o un 54% menos que en 2019”, añade Sonia Herrero. Tanto es así, que muchos desiertos han quedado convertidos en aparcamientos donde poder estacionar las aeronaves.
Con ello, se ha visto afectada la tendencia positiva del sector: “La industria llevaba 20 años creciendo constantemente, tras la pandemia hemos llegado a niveles menos que en 2000, por lo que se podría decir que hemos retrocedido más de dos décadas”, anuncia Guilisasti.
Ante las situaciones complicadas surgen nuevas opciones, como la referida por Juan: “Cada vez es más común coordinar envíos aéreos de carga marítima por falta de espacio y contenedores. Las tarifas aéreas continuarán siendo volátiles hasta que se incrementen los vuelos de pasajeros”. Además, los aviones preighters, o aeronaves reconvertidas para cargar mercancía en las cubiertas destinadas antes a pasajeros, han representado una opción para ganar nuevo espacio ante esta situación y hacer viables los vuelos.
Aunque la recuperación empieza a verse poco a poco, gracias al aumento de los pasajeros con la llegada de la vacuna y la reducción de restricciones, Herrero asegura que: “Se habla de que todavía queda mucho para llegar a los niveles de 2019, y que en 2022 aún estaremos solo al 72% de los vuelos” que se realizaban en ese ejercicio.
A priori, se contemplaba en el sector que la llegada de las vacunas ocuparan mucho del limitado espacio con el que cuenta el mercado aéreo. Sin embargo, no ha sido así, ya que una gran parte de ellas se han transportado por otros medios y muchos países han optado por la fabricación local para abastecerse.
Concretamente en España, algunas aerolíneas han reducido su capacidad entre el 70% y el 90%, dejando fuera un gran número de aviones, aunque hay rutas que ya vuelven a recuperarse de manera diaria. Además, las que mejor han podido mantenerse son aquéllas que disponen de naves con control de temperatura para poder transportar material farmacéutico, un aspecto clave e imprescindible en los suministros para frenar la pandemia.
Por último, Sonia Herrero se refirió al programa llamado Airline Service Provider Management de Expeditors Internacional: “mediante el cual analizamos, coordinamos, medimos y clasificamos el servicio de las diferentes líneas aéreas a nivel mundial para garantizar un alto rendimiento, acceso preferencial a la capacidad, precios competitivos y un servicio excelente para la carga de nuestros clientes”.
De esta manera, el comercio internacional se enfrenta a una complicada situación, pero el futuro es optimista y se espera recuperar la normalidad poco a poco, alcanzando una frecuencia de vuelos similar a 2019 para los ejercicios 2023 ó 2024. De esta manera, empresas logísticas y dedicadas a las cadenas de suministro como Expeditors Internacional, desempeñan un papel fundamental en la cadena de suministro con su trabajo diario para que sus clientes se vean lo menos afectados posible por la situación actual.