Galp condena la agresión rusa contra el pueblo de Ucrania. Por ello, el Consejo de Administración de Galp ha decidido suspender cualquier nueva compra de productos petrolíferos procedentes de Rusia o de empresas rusas.
Aunque Galp no participa en joint ventures o sociedades conjuntas con ninguna empresa rusa, está en proceso de eliminar la exposición directa o indirecta a productos derivados del petróleo de Rusia o de empresas rusas en los contratos existentes. Si bien esta medida puede afectar a la refinería de Sines y su desempeño financiero, Galp seguirá garantizando el suministro de gas y combustible al mercado portugués.
La presidente de Galp, Paula Amorim, considera que “este terrible acto de agresión de Rusia contra Ucrania viola absolutamente los valores que defiende Galp, como la libertad y los derechos humanos. En un contexto tan complejo y terrible, nuestra decisión es sencilla: Galp no contribuirá a financiar la guerra”.
Andy Brown, CEO de Galp, añade: “La invasión masiva de Rusia contra Ucrania es un gran golpe para el mundo libre. Nuestra solidaridad se dirige al pueblo ucraniano, que está sufriendo esta agresión. Estamos estudiando posibles formas de apoyo a los esfuerzos humanitarios colectivos”.
Galp sólo aceptará los cargamentos ya adquiridos y actualmente en tránsito
Galp adquiere gasóleo obtenido en vacío (VGO) a través de contratos a plazo fijo con entrega en Sines que no especifican (ni discriminan) el origen del producto. Rusia representa la mitad de la producción mundial de este producto, que es una de las materias primas utilizadas para producir gasóleo en la refinería de Sines.
En este contexto, la petrolera portuguesa está desarrollando nuevos planes para obtener VGO a través de proveedores alternativos o para operar la refinería a un ritmo limitado, garantizando siempre el suministro de gasóleo al mercado portugués.
Los cargamentos de productos derivados del petróleo ya adquiridos, y actualmente en tránsito desde Rusia, se recibirán y descargarán.
Una decisión valiente y comprometida
Esta decisión tomada por la compañía energética portuguesa es encomiable y sirve como ejemplo a seguir para otras compañías que mantengan actualmente intereses con entidades rusas, aunque puedan ir en contra de sus resultados financieros.
La gravedad que representa la invasión de Ucrania ordenada desde Moscú, viola todos los derechos y tratados internacionales, arrojando unas consecuencias especialmente dramáticas en las cuantiosas pérdidas de vidas humanas, además de la pérdida en calidad de vida de los ciudadanos ucranianos y la repercusión que esta injustificable invasión rusa está teniendo en la economía ucraniana, europea y mundial.
Al mismo tiempo, esta decisión de Galp demuestra que también el sector empresarial privado puede adoptar medidas para sancionar una ambición obsesiva de Vladimir Putin por recuperar, a costa de lo que sea, la hegemonía que mantenía Rusia décadas atrás sobre los territorios de países antaño integrados en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).