

Durante más de un año, la Cámara Africana de Energía ha venido haciendo frente a la creciente presión para detener las nuevas inversiones extranjeras en la industria africana del petróleo y el gas, según sostiene su presidente ejecutivo.
Para evitar un cambio climático que el mundo industrializado califica de catastrófico, organizaciones ambientales y financieras, así como gobiernos de Europa y América del Norte insisten en que los países en desarrollo, incluidos los africanos, deben realizar una transición inmediata de la producción y uso de combustibles fósiles a fuentes de energía renovable como la solar, la eólica y el hidrógeno. Estas posiciones resultan más sorprendentes cuando la mayoría de los que hacen estas demandas se basan en naciones industrializadas que se construyeron con combustibles fósiles (el petróleo y el gas alimentaron sus motores económicos), pero no están dispuestos a permitir que las naciones menos desarrolladas los utilicen para el mismo fin. Más aún, los países africanos a los que apuntan estos grupos disponen de una gran cantidad de recursos naturales bajo sus pies, los cuales pueden usarse para obtener energía confiable, hacer crecer las economías y construir un futuro mejor.
Éstas son algunas de las razones por las que el secretario general de la Organización Africana de Productores de Petróleo, Omar Farouk Ibrahim, ha señalado que sería un gran error que los africanos abandonaran sus abundantes recursos petroleros. Dar la espalda aproximadamente a 130.000 millones de barriles de reservas probadas de crudo de petróleo y más de 15 billones de metros cúbicos estándar de gas natural, para buscar fuentes de energía costosas y poco confiables, no sería un plan de acción inteligente.
La Cámara Africana de Energía ha declarado públicamente, una y otra vez, que África necesita todavía su sector de petróleo y gas. Así mismo, ha tratado de explicar el importante papel que desempeñan las compañías petroleras internacionales (COI), los gobiernos extranjeros y las instituciones de inversión en la construcción del tipo de sector de petróleo y gas que realmente beneficiará a los africanos. Las COI, por ejemplo, participan en el intercambio de conocimientos y brindan a los africanos oportunidades para desarrollar valiosas habilidades laborales. Además, las inversiones extranjeras en petróleo y gas generan ingresos que se pueden destinar a construir y mejorar la infraestructura energética, tanto para combustibles fósiles como renovables. Además, al apoyar proyectos de gas natural, los inversores abren un camino para desarrollar proyectos de conversión de gas en energía que ayudan a minimizar la pobreza energética generalizada del continente.
En julio de 2021, cuando se evidenció que este procedimiento no estaba dando resultados, la cámara llegó a adoptar las mismas tácticas que la comunidad internacional utilizó contra sus miembros. En esta línea, llamaron al boicot contra las instituciones financieras que discriminaban a la industria africana del petróleo y el gas, pero los llamamientos para dejar de financiar el petróleo y el gas africanos solo se han vuelto más fuertes e insistentes. Más recientemente, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) de 2021 en Glasgow, más de 20 países e instituciones financieras se comprometieron a detener la financiación pública de proyectos de combustibles fósiles en el extranjero.
En este contexto, NJ Ayuk afirma que “Para aquellos de nosotros que nos preocupamos por la industria del petróleo y el gas de África, es hora de enfrentar los hechos: tenemos que encontrar una manera de salvarla nosotros mismos. La Cámara Africana de Energía llama a los estados africanos y al sector privado para que establezcan bancos de energía enfocados a financiar proyectos de energía africanos. La idea es crear fuentes de financiación para todo tipo de energía africana, desde la exploración de petróleo y gas hasta las operaciones de energía solar e hidrógeno, que no dependerán del apoyo extranjero. No más mendicidad por ayuda que solo se otorgaría con la condición de que abandonemos los combustibles fósiles.
Podemos hacer esto y debemos hacerlo. Hay mucho en juego. No podemos permitirnos el lujo de no capitalizar descubrimientos tan recientes como el petróleo ligero encontrado en la costa de Angola, el petróleo en la cuenca de Kavango en Namibia, el gas de esquisto en la cuenca de Karoo en Sudáfrica o el petróleo y el gas natural frente a las costas de Costa de Marfil. Esos son solo algunos de los descubrimientos importantes que ocurrieron en 2021, y cada uno representa oportunidades críticas para los africanos cotidianos.
Con NJ Ayuk como presidente ejecutivo, la Cámara Africana de la Energía es la única red del continente africano que representa todas las facetas de la industria energética, al tiempo que ha creado un entorno que permite al sector energético hablar con una voz única cuando se trata de defender en representación de sus miembros, tanto a empleados y comunidades anfitrionas, como a inversores, empresas locales y compañías internacionales.