Shell publica sus informes sobre Sostenibilidad y Pagos a gobiernos

19 Mar
Sede de Shell y Wael Sawan, presidente de la compañía.

Shell publicó sus informes de Sostenibilidad y de Pagos a Gobiernos en 2023, en un ejercicio de transparencia sobre las actividades que considera importantes para inversores, poderes ejecutivos y sociedad civil. Así lo aseguró su presidente, Wael Sawan: “Este es nuestro 27º Informe de Sostenibilidad, una publicación voluntaria que difundimos cada año desde 1997. A partir de 2024, nuestros informes de sostenibilidad se integrarán con el informe y las cuentas anuales de Shell”.

El pasado ejercicio, Shell logró los segundos mejores resultados financieros de su historia, al tiempo que reducía sus emisiones netas contaminantes. Shell quiere llegar a las cero emisiones para 2050. A finales del año pasado ya había alcanzado más del 60% de su objetivo de reducir en 2030 a la mitad sus emisiones de carbono en las propias operaciones respecto a 2016. También cumplió su objetivo a corto plazo de reducir la intensidad neta de carbono de los productos energéticos que comercializa, concretamente del 6,3% sobre el planificado entre el 6 y el 8%, comparándolo con 2016.

La compañía destacó sus esfuerzos por desempeñar un papel clave en el apoyo a los gobiernos y sociedades para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por Naciones Unidas.

La transición energética

Shell aseguró ser consciente de que el petróleo y el gas seguirán desempeñando un papel crucial en el sistema energético durante varias décadas más, a lo largo de las cuales la demanda irá disminuyendo gradualmente. La compañía invierte de forma disciplinada, tanto en energía baja en carbono como en petróleo y gas. Al mismo tiempo trabaja en encontrar maneras sostenibles y rentables de hacer la transición hacia las cero emisiones.

Sen este contexto, el gas natural licuado (GNL) es uno de los principales agentes en su transición energética, ya que no solo genera menos emisiones contaminantes que el carbón en la generación de energía y que la gasolina o el gasóleo como combustible, sino que también ofrece flexibilidad a las redes eléctricas a medida que crecen la energía eólica y solar.

Asimismo, Shell trabaja para reducir la intensidad de las emisiones en sus proyectos de GNL, como por ejemplo en LNG Canadá, participada al 40% por Shell, y que se espera empiece a operar a finales de la presente década. Las instalaciones canadienses están diseñadas para registrar un 60% de emisiones que el promedio de las instalaciones de este tipo a nivel mundial.

A corto plazo, reducir las emisiones de metano es una de las acciones imprescindibles de la compañía para alcanzar el objetivo del Acuerdo de París. En 2023 logró mantener las emisiones de metano por debajo del 0,2% y la idea es conservar este nivel anual en los próximos años hasta llegar a cuotas cercanas a cero a finales de esta década.

Renovables y compromiso medioambiental

Shell también apuesta por los productos no energéticos y con bajas emisiones de carbono. El pasado año invirtió 5.600 millones de dólares en soluciones energéticas bajas en carbono, incluyendo biocombustibles, hidrógeno, carga para vehículos eléctricos y generación de energía renovable. En productos químicos, lubricantes y en venta al por menor, Shell invirtió otros 2.300 millones de dólares en este sentido. La suma de ambas cifras representa alrededor de un tercio del gasto total de capital de la compañía en 2023.

También invertimos el 49% de nuestro presupuesto de investigación y desarrollo en proyectos de descarbonización”, añade Wael Sawan. Entre dichas investigaciones se incluyeron pruebas de una nueva tecnología de “absorbentes” sólidos para eliminar emisiones de CO2 del aire. En la misma línea, durante el año pasado Shell también trabajó en un electrolizador para producir hidrógeno a partir de energía renovable de forma más eficiente y con menor coste de lo que es posible en la actualidad.

En cuanto a la responsabilidad de conservar el medio ambiente, el presidente de la compañía detallaba: “Ya hemos cumplido algunos de los compromisos asumidos en el marco de nuestro objetivo de respeto a la naturaleza, que establecimos en 2021. Estos incluyen reducir el consumo de agua dulce en un 15% en comparación con 2018 en áreas donde el suministro de agua está bajo presión, algo que alcanzamos antes del objetivo fijado para 2025”.

Respecto a la economía circular, Shell ha trabajado en desarrollar un plan viable para la vida de los plásticos. La compañía se ha encontrado con grandes inconvenientes, como la falta mundial de materia prima elaborada a partir de desechos plásticos, el lento desarrollo tecnológico y la incertidumbre regulatoria. Aun así, la empresa firmó en 2023 varios acuerdos de cooperación estratégica para aumentar el suministro de materia prima y permitir su almacenamiento a largo plazo.

Paralelamente continúa eliminando plásticos de un solo uso en sus estaciones de servicio y buscando nuevas formas de reducir, reciclar o reutilizar los plásticos de sus envases para lubricantes y productos para el cuidado del automóvil. 

Pagos a gobiernos y transparencia fiscal

Además de los detalles sobre el avance en sostenibilidad, Shell publicó el informe de los pagos a gobiernos en 2023. La divulgación de estos datos la realiza desde 2016 conforme al Reglamento de Informes sobre pagos a gobiernos de 2014 del Reino Unido (modificado en 2015).

Atendiendo a dicha regulación, este expediente sólo cubre actividades extractivas y pagos iguales o superiores a 86.000 libras (más de 100.000 dólares) o un umbral de materialidad equivalente. Todo ello supone que se incluyan en su informe los pagos realizados a gobiernos de 26 países.

En total Shell pagó 67.000 millones de dólares a gobiernos de todo el mundo: desde Europa a África, pasando por todo el continente americano, Oceanía, Asia y Oriente Medio. De esa cantidad, 14.000 millones de dólares fueron en impuestos sobre la renta corporativa, 6.000 millones en derechos gubernamentales o royalties y los 47.000 millones que recaudó la compañía en concepto de impuestos especiales, impuestos sobre las ventas y gravámenes similares sobre el combustible y otros productos, en nombre de los propios gobiernos.

Sinead Gorman, directora financiera de Shell, hacía hincapié en la transparencia de la compañía: “Hemos publicado los ingresos que nuestras operaciones generan a través de impuestos y derechos de forma voluntaria desde 2012. Creemos que ser abiertos sobre nuestros pagos de impuestos ayuda a las personas a comprender cuánto pagamos y por qué”.

Estación de hidrógeno Shell en Alemania

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